
Casi todos hemos tenido que lidiar con una multa de tráfico en algún momento de nuestra vida de automovilista. Ya sea por estacionamiento o exceso de velocidad (la principal causa de multa en España), alguna que otra vez nos ha tocado.
El efecto disuasorio de las sanciones suele ser eficaz, sin embargo entre el público se ha instalado la idea que los radares, zonas azules y otras zonas verdes tienen un afán meramente recaudador. Y esta situación no se la debemos de a la DGT, sino a los ayuntamientos: son responsables del 75 % de las multas de tráfico que se imponen al año.
Los municipios ponen más multas que la DGT
La DGT es responsable del 15 % de las sanciones impuestas cada año, mientras que los ayuntamientos son responsables del 75 % de las multas, dejando a otras entidades, como los servicios catalanes y vascos de tráfico, el 10 % restante. Tampoco es que los ayuntamientos se financien con las multas, aunque pueden ayudar en algunas ocasiones a cuadrar las cuentas municipales.

De hecho, dentro del total de ingresos, sólo en unos 12 municipios las recetas por multas suponen más del 1 % de los ingresos. Tampoco tenemos que olvidar que los municipios más pequeños no cuentan con cuerpos de Policía Local por lo que los ingresos por multas son inexistentes. Todavía así, en España hay más de 1.500 municipios que cuentan en sus presupuestos de 2015 ingresos por infracciones de la ordenanza de circulación. Estos municipios representan el 19% de los ayuntamientos españoles.
Provincias frente a municipios
Así, aunque las Jefaturas de Teruel, Cuenca y Girona sean las que más sanciones imponen, no son las provincias donde más multas se ponen, pues los municipios de estas provincias -los pocos que poseen cuerpos de Policía Local-, no tienen grandes ingresos por multas. Si tomamos Girona como ejemplo, una provincia con un intenso tráfico por ser una de las entradas en España y por el peso del turismo en las localidades costeras, vemos que sus municipios apenas cuentan con ingresos por multas, la gran mayoría de ellos, de hecho, no pueden contar con esta recaudación. Municipios como el del Castell-Platja d'Aro recaudó poco más que 291.000 euros en multas en 2015, en un presupuesto de 70 millones de euros.

Si nos fijamos en los municipios que más recaudan, el de Sant Fost de Campsentelles, en Barcelona, es uno de los más recaudadores. Así, recaudó en 2015 un total de 650.000 euros en multas de tráfico, lo cual supone el 2,42 % de su presupuesto anual. Le siguen Arroyo de la Encomienda (Valladolid) con más de un millón de euros recaudados -el 2.07 % de su presupuesto anual- y el ayuntamiento de Ibiza con 2,5 millones de euros, que aportaron así el 1,5 % del presupuesto anual.
Grandes ciudades

Obviamente, el peso de los grandes municipios se deja notar, pero en contra de la opinión pública generalizada, los grandes municipios no ponen multas por afán recaudatorio. Y si existe este afán, no es una operación muy rentable.
Sólo dos ciudades consiguen un importe significativo: Granada con casi 11 millones de euros recaudados en multas obtiene el 1,23 % de su presupuesto y León, con 5,3 millones de euros (1,20 % del presupuesto anual). Ni siquiera los más de 93 millones de euros recaudados por Madrid en multas suponen una gran diferencia en sus cuentas: representan el 0,63 % de los presupuestos. Barcelona está igual, con más de 45 millones de euros en multas, sólo consigue el 0,52 % de su presupuesto.